Destinar de 10 a 30 segundos, por cada ejercicio, al estiramiento suave.
Llega hasta el punto donde sientas una tensión moderada y trata de mantener relajado el resto del cuerpo mientras mantienes la tensión en la zona a trabajar.
La sensación de tensión debería disminuir a medida que vas manteniendo la posición correspondiente, en caso contrario, suéltate un poco hasta que encuentres el grado de tensión que te sea cómodo. El estiramiento fácil reduce el agarrotamiento y tirantez y prepara la articulación para el estiramiento evolucionado.
Luego comenzamos con el estiramiento evolucionado. Este movimiento debe ser muy lento evitando así la posibilidad de sufrimiento a los músculos y tendones. Alarga el estiramiento fácil de 2 a 3 cm, siempre hasta que notes otra vez una moderada tensión. Mantén la posición de 10 a 30 segundos y controla muy especialmente la respiración para que sea pausada y relajada.
En el siguiente paso hablaremos de cómo controlar la respiración. Al repetir el ejercicio la tensión debería disminuir; si no ocurre así, suéltate ligeramente hasta que notes que esto ocurre. El estiramiento evolucionado tonifica los músculos y aumenta la flexibilidad.
Respiración durante el estiramiento: la respiración debe ser controlada, rítmica y lenta. Si estas inclinándote hacia delante para realizar un estiramiento, espira al hacerlo y luego respira lentamente mientras lo mantienes. No contengas nunca la respiración mientras estiras, estarías limitando el aporte de oxígeno a tus músculos. Si una posición de estiramiento inhibe tu manera natural de respirar, entonces es obvio que no estás relajado. En ese caso suelta un poco de tensión hasta que puedas respirar naturalmente.