La cerveza, la bebida isotónica por excelencia

Del editor, sobre la honestidad

Esta nota que encontré es la justificación perfecta para mis ganas de tomarme una cerveza helada a la vuelta de una salida! Por lo tanto no realicé un análisis de su contenido para ver si tenia rigurosidad  científica. Es más, agradecemos a los doctores y doctoras que han emitido su opinión favorable y los invitamos a compartir una pinta de buena cerveza.
LR

Por el principio

Una bebida isotónica es una bebida que tiene una gran capacidad para rehidratar nuestro organismo, por los componentes que la integran, bajas dosis de sodio e hidratos de carbono.
«La cerveza es una bebida isotónica natural», asegura el doctor Joan Ramón Barbany, profesor de fisiología del Instituto Nacional de Educación Física de Cataluña (INEFC). «El ejercicio físico provoca la oxidación de las células y la formación de radicales libres, que pueden dañar la fibra muscular y producir fatiga. La cerveza, gracias a su contenido en glucosa, lactosa, sales minerales, vitaminas, polifenoles y agua, además de rehidratarte, ejerce un potente efecto antioxidante», explica el experto. Pero ahí no acaban sus espumosas virtudes. «También aporta potasio y magnesio (dos de los minerales que más se pierden al hacer deporte), vitaminas del grupo B, fibra soluble y silicio biodisponible, vital para la salud buena de los huesos», añade el Dr. Jesús Román, presidente del Comité Científico de la Sociedad Española de Dietética.

En su justa medida

«El momento óptimo para beberla es después de realizar algún tipo de ejercicio anaeróbico (de máxima intensidad), como un esprint final, una subida empinada en bicicleta o un partido de squash», asegura el Dr. Barbany. De hecho, «aunque todavía se está investigando sobre ello, es posible que la cerveza provoque un efecto alcalino capaz de contrarrestar las molestias derivadas de la práctica de ejercicios de alta intensidad». Eso sí, todo en su justa medida. Aunque la cerveza sea beneficiosa para tu cuerpo, intenta no sobrepasar la cantidad máxima recomendada: entre 330 ml (una lata) y 400 ml al día.

Salud en un lata

Pero la cerveza también puede ser un «medicamento» muy apetecible. Recientes estudios han demostrado que sus ingredientes (agua, malta, lúpulo y levadura) son un cóctel perfecto para gozar de una buen salud. «Los flavonoides y polifenoles que contiene son útiles para combatir y prevenir ciertos tipos de cáncer y algunas enfermedades degenerativas, como el Alzheimer, la arterioesclerosis o el Parkinson», aseguró el Dr. Norbert Frank, del Centro Alemán de Investigación del Cáncer de Heidelberg (Alemania), en el reciente IV Simposio sobre Cerveza y Salud celebrado en Bruselas. Además, «uno de los cereales que contiene, el lúpulo, tiene efectos sedantes, antibióticos y digestivos; sin olvidar que es una enorme fuente de antioxidantes, especialmente de xanthohumol, un nutriente más potente incluso que la vitamina E».

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De todo corazón te lo digo

Una caña al día mejora la salud de nuestro sistema cardiovascular. «El Etanol y los polifenoles reducen entre un 10 y un 30% las probabilidades de sufrir infarto de miocardio en hombres sanos, y entre un 30 y un 40% en el caso de quienes ya han sufrido algún problema del corazón», confirma el Dr. Ramón Estruch, responsable de Medicina Interna del Hospital Clínic de Barcelona. «Beber cerveza», añade, «reduce el colesterol y previene las lesiones arteriales, lo que disminuye el riesgo de sufrir trombosis.
Estas sustancias milagrosas no son propiedad exclusiva de la cerveza. También se encuentran en el té, en el vino y en algunos licores, como el brandy, el coñac o el whisky. Entre los destilados que NO debes tomar figuran el vodka y la ginebra.

La mejor defensa (es un buen ataque)

«Hemos constatado que consumirla de forma continua ayuda al sistema inmunológico contra agentes patógenos externos, portadores de enfermedades infecciosas»,comenta la Dra. Ascensión Marcos, profesora de investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas. «Además, también aumenta los niveles de leucocitos (glóbulos blancos) y linfocitos T (unas células que se encargan de destruir microorganismos invasores)», añade. Así que dile adiós a las aspirinas y dale a la «birra».

Fuente: menshealth.es

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